La falta de claridad y las diversas ambigüedades existentes generan cierta incertidumbre cuando algunos conceptos, como el de territorios inteligentes, se utilizan en círculos académicos y políticos (Pérez y Suárez, 2021). Así, algunos autores afirman que la aparición del concepto de territorio inteligente es posterior, e incluso apuntalada, por el concepto de ciudad inteligente, optando por tomarlo como sinónimo (Britton Acevedo et al., 2016). Por otro lado, hay ciertos términos e ideas que atraviesan la gran mayoría de las definiciones, como la tecnología, la sostenibilidad y la calidad de vida/bienestar de los ciudadanos (Mendes et al., 2021). Analizando el concepto de forma simplista, podemos ver que las smart cities tienen como objetivo promover el uso de las tecnologías, más concretamente de las TIC, para hacer más eficaces las políticas públicas (Pérez y Suárez, 2021).
Las smart cities tienen como objetivo promover el uso de las tecnologías, más concretamente de las TIC, para hacer más eficaces las políticas públicas.
Es más, el uso de estas tecnologías debe servir para mejorar la competitividad y garantizar un futuro más sostenible a través de vínculos simbióticos con todas las partes implicadas: personas, empresas, tecnologías e infraestructuras (Ontiveros et al., 2016).
Así, según Santos (2016), una smart city requiere inversión en capital humano, tecnologías y sistemas tradicionales (como los sistemas de transporte y energía), con el objetivo de promover un desarrollo económico sostenible, en el que se favorezca la calidad de vida de los ciudadanos, así como una gestión eficaz de los recursos naturales, a través de la implicación directa con los ciudadanos. En Portugal, ya podemos ver esta tendencia creciente en la búsqueda de la “smartización” de algunas ciudades, como Cascais, Oeiras y muchas otras, donde dimensiones como smart mobility, smart economy y smart environment son muy valoradas.
Una smart city requiere inversión en capital humano, tecnologías y sistemas tradicionales, con el objetivo de promover un desarrollo económico sostenible, en el que se favorezca la calidad de vida de los ciudadanos, así como una gestión eficaz de los recursos naturales, a través de la implicación directa con los ciudadanos.
Sin embargo, las ciudades inteligentes traen consigo una serie de limitaciones y retos en algunos aspectos, ya que, debido a la fuerte presencia de las TIC, se plantea una serie de cuestiones y problemas que pueden surgir, como las cuestiones relacionadas con el internet de las cosas y las políticas de privacidad.
Para responder y resolver estas cuestiones y problemas, el derecho administrativo tiene un papel relevante que desempeñar en la regulación de las actividades de la Administración pública y, por tanto, de las políticas públicas. Efectivamente, esta rama del derecho resulta fundamental, ya que desempeña un papel clave para garantizar que las políticas públicas de las ciudades inteligentes puedan aplicarse, protegiendo los derechos de los ciudadanos y respetando los principios de transparencia y legalidad. Algunos de los mayores retos están relacionados con cuestiones asociadas a la privacidad o a la inteligencia artificial, que pueden causar diversos problemas a la sociedad.
Tras analizar esta cuestión, podemos presentar una serie de conclusiones que conviene destacar. En primer lugar, la problemática de que dentro del marco jurídico del derecho administrativo, los retos relacionados con las ciudades inteligentes no solo son complejos, sino que requieren del esfuerzo de un equipo multidisciplinar formado por elementos de diversas áreas de conocimiento, como sociólogos, juristas, ingenieros y arquitectos, para conseguir el resultado deseado —mejorar la calidad de vida de los ciudadanos— de la forma más eficiente (Zubizarreta et al., 2015). Por tanto, concluimos que el papel que juega el derecho administrativo es fundamental para que el desarrollo de las ciudades inteligentes se lleve a cabo de forma legal, transparente y participativa dentro de la comunidad en la que se implanta.
El papel que juega el derecho administrativo es fundamental para que el desarrollo de las ciudades inteligentes se lleve a cabo de forma legal, transparente y participativa dentro de la comunidad en la que se implanta.
Además, otra limitación que debe ser abordada es la salvaguarda del espacio público por parte de los poderes públicos, ya que todos los habitantes de un territorio tenemos derecho a un espacio común que desgraciadamente, con el paso del tiempo, ha ido quedando cada vez más relegado a un segundo plano, perteneciéndonos cada vez menos (Jiménez y Trujillo, 2020). Por último, la conclusión más importante a extraer es, según Pérez y Suárez (2021), que la calidad de vida es, de hecho, el principal objetivo en la búsqueda de soluciones a los problemas y retos que existen en el territorio. De este modo, debería ser el principal objetivo a perseguir a la hora de construir una ciudad inteligente.
La calidad de vida es, de hecho, el principal objetivo en la búsqueda de soluciones a los problemas y retos que existen en el territorio. De este modo, debería ser el principal objetivo a perseguir a la hora de construir una ciudad inteligente.
Referencias bibliográficas:
- Bernardo, M. (2019). Smart Governance in european smart cities. Junho, pp. 19 – 22.
- Britton Acevedo, E., Vega Jurado, J. y Puente Sierra, P. de la (2016). Territorio inteligente: una revisión desde sus orígenes. COGESTEC 5to Congreso Internacional de la Gestión Tecnológica y de la Innovación Tecnológica. Bucaramanga-Colombia.
- Jiménez, L. F. G. y Trujillo, C. F. C. (2020). La ciudad en los ODS y la agenda 2030. Especial referencia al caso del manejo del espacio público en Colombia. Revista Eurolatinoamericana de Derecho Administrativo, 6.
- Mendes, I., Correia, P. y Serra, A. (2021). Da Smart Governance às Smart Cities. Reflexões comparativas sobre o caminho trilhado e o futuro desejado com base no exemplo de duas cidades portuguesas. Revista Estudo & Debate, 28 (10).
- Ontiveros, E., Vizcaíno, D. y López, V. (2016). Las ciudades del futuro: inteligentes, digitales y sostenibles. Telefónica.
- Pérez, G. y Suárez, M. (2021). De las Smart Cities a los territorios inteligentes: semejanzas, diferencias y trascendencias. Revistarquis, 10 (1), 23-33.
- Santos, V. (2016). Artes e Cultura nas Cidades Inteligentes. April, p. 13.
- Zubizarreta, I., Seravalli, A. y Arrizabalaga, A. (2015). Smart City Concept: What It Is and What It Should Be. Journal of Urban Planning and Development.
Autor/a: Alexandre Santos Serra