Actualidad – Local
La Diputación de València es la que más invierte por habitante según la Sindicatura de Comptes (en la Comunitat Valenciana)
- El informe de auditoría operativa realizado por el órgano de control económico de la Comunitat en el período 2017-2019 sitúa en 90 euros la inversión por habitante en la provincia de València, por los 83 euros de la Diputación de Castellón y los 65 de la corporación alicantina
- La Sindicatura destaca la ejecución avanzada de las obras financiadas en los municipios valencianos, la objetividad y equidad en el reparto de las ayudas, los adelantos y la supervisión con los ayuntamientos
La Diputación de València invirtió 90 euros por habitante en las ayudas concedidas a los municipios de la provincia en el período 2017-2019, frente a los 83 euros de la Diputación de Castellón y los 65 de la corporación alicantina. Son algunos de los principales datos recogidos en el informe de auditoría operativa de la Sindicatura de Comptes sobre las inversiones de las tres diputaciones en las entidades locales.
El órgano de control económico de la Comunitat cifra en 230 millones de euros las ayudas totales destinadas a inversiones municipales por la Diputación de València en este período, frente a los 119 millones de Alicante y los 48 millones de euros de Castellón. Solo un 2% de los proyectos financiados por la corporación valenciana, que mantiene su apuesta por la autonomía local, fueron contratados directamente por la propia institución, un porcentaje similar al de Castellón (5%) y muy alejado del de la Diputación de Alicante, que en esos tres años adjudicó cerca del 60% de las obras que financió en la provincia.
En cuanto a las ayudas nominativas, la Diputación las redujo en 13 millones de euros entre 2017 y 2019, una tendencia que se mantiene a la baja en la línea de la gestión del presidente Toni Gaspar, que ha culminado el proceso de eliminación de la discrecionalidad en la concesión de ayudas, al tiempo que refuerza la apuesta por la autonomía local, el reparto justo entre los municipios de “un dinero que no es de ninguna institución sino de las valencianas y valencianos” y la reducción progresiva de burocracia para agilizar los pagos y modernizar una institución “propia del siglo XXI”.