Actualidad local
Lluïsa Moret destaca la centralidad absoluta de los servicios sociales en las políticas de las administraciones públicas
El presidente de la Fundación Ernest Lluch, Joan Majó, y la presidenta de la Diputación de Barcelona, Lluïsa Moret, han inaugurado este jueves la jornada «Diálogos sobre el mundo local 2023», celebrada en el Espacio Francesca Bonnemaison de Barcelona. En la sesión, se han expuesto ponencias sobre oportunidades y buenas prácticas en servicios sociales, y se ha contado con la participación de expertos, profesores universitarios y técnicos de los ayuntamientos de Mataró y Canovelles.
Majó ha iniciado la jornada recordando que «hay grandes problemas a nivel local para unificar la gestión de los servicios sociales y del sistema sanitario» y ha lamentado que los municipios tienen que dar respuesta a problemas «de los cuales a menudo no tienen las competencias». Por otro lado, la presidenta Lluïsa Moret ha enfatizado que se haya puesto el foco de la sesión en el mundo local, «que implica centrarse en la vida cotidiana, donde pasan las cosas y se pueden transformar: donde tenemos la familia y nuestro espacio de seguridad». Es por eso que, para Moret, «los servicios sociales tienen que tener centralidad absoluta en las políticas de las administraciones públicas, que siempre han aspirado a ser pilar del ámbito del bienestar y la democracia». Para la presidenta, todo ello se ha demostrado en las últimas décadas, en que los servicios sociales han tenido que dar respuesta a las consecuencias dramáticas de la crisis económica de 2008 y a la crisis sanitaria derivada de la Covid-19. Según Moret, cuando se habla de derechos fundamentales «es necesario actualizar argumentos y replantearnos los paradigmas tradicionales enfrente los incipientes retos demográficos, como son el envejecimiento y el aumento de la esperanza de vida».
La jornada ha continuado con un diálogo académico encabezado por el profesor de la Escuela del Trabajo Social de la Universitat de Barcelona, Manuel Aguilar Hendrickson, y la científica titular del CSIC y miembro del grupo de investigación sobre envejecimiento de la institución, Dolores Pueda. La científica ha expuesto algunos retos de futuro de los servicios sociales, que «tienen que pensar respuestas más flexibles a los cuidados, como por ejemplo su distribución en el territorio, pero también respecto al aumento de la esperanza de vida que alarga el periodo que requiere de cuidados intensos». Este hecho tendrá una consecuencia directa: «cada vez habrá más personas con limitaciones cognitivas severas a causa de la edad, y habrá que dar respuesta a etapas más iniciales de los cuidados para prevenir el empeoramiento y dar ayudas complementarias». Por su parte, Aguilar ha subrayado la evolución de la sociedad en las últimas décadas, «marcadas por el envejecimiento de la población y la incorporación gradual de las mujeres al mercado laboral». En este sentido, el profesor universitario ha incidido en «la creciente exigencia de desarrollo infantil que obliga a los padres a dar más respuestas que nunca para ayudar a los hijos, y en un contexto de más rupturas de pareja y nuevos modelos familiares». Aguilar se ha mostrado escéptico sobre la posibilidad de que un único sistema de servicios sociales sea capaz de dar respuesta a todas las cuestiones.