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Entre otras cuestiones que aborda el CES en este informe de Población, está la estructura del mapa de la Comunidad, el cual, señala, debe reestructurarse mediante demarcaciones supramunicipales y subregionales, que compartan «características geográficas, económicas, sociales e históricas afines» y recuerda que estas agrupaciones, según recoge el artículo 56 del Estatuto de Autonomía, «pueden superar las delimitaciones provinciales». De manera que estas entidades intermedias, que no deberán estar condicionadas por las fronteras provinciales, tienen como objetivo favorecer la cobertura de los servicios en el ámbito rural.

También advierte que —en el proceso de reordenación del territorio que coordina la Junta— las comarcas pueden servir como «instrumento de cohesión y desarrollo eficiente, además de reducir la carga administrativa».

En cuanto a las diputaciones aboga por adaptar la legislación para atribuir «con precisión» las competencias de las entidades provinciales. También pide que se les asigne instrumentos adecuados para la gestión y «un nuevo y estable» modelo de financiación local.

En el ámbito urbano, el CES aconseja una normativa que potencie la integración formal de los municipios que conformen un área metropolitana para llegar a acuerdos en materias básicas como los servicios y el transporte y, de esta manera, hacerse más competitivos frente a otros sistemas urbanos. El CES también apuesta por potenciar el sector industrial para combatir la despoblación.

El informe concluye que el proyecto de ordenación del territorio, «una tarea ambiciosa, complicada e ineludible», facilitará «los medios necesarios para el desarrollo y bienestar de sus habitantes».