Actualidad local
La Diputación recoge en un libro el origen de los nombres propios de los municipios malagueños
‘Toponimia de los pueblos de Málaga’, obra del malagueño José Baquero, se presentará mañana martes, 30 de mayo, a las 19.00 horas, en la Biblioteca Pública Municipal Antonio Garrido Moraga de Alhaurín de la Torre
La Diputación de Málaga publica el libro ‘Toponimia de los pueblos de Málaga’, número 116 de la colección Biblioteca Popular Malagueña, obra del investigador histórico y articulista malagueño José Baquero Luque. El volumen ha sido editado por el Centro de Ediciones de la Diputación (CEDMA).
Mañana martes, 30 de mayo, se presentará en la Biblioteca Pública Municipal Antonio Garrido Moraga de Alhaurín de la Torre (c/Alcalde Cristóbal Ortego Navarro, 11), de la mano del diputado de Cultura, Manuel López Mestanza, acompañado por el autor del libro, José Baquero. Será a las 19.00 horas con entrada libre hasta completar aforo.
Se trata del número 116 de la colección ‘Biblioteca Popular Malagueña’, llamada también ‘colección de bolsillo’, que inició su andadura a comienzos de los años ochenta con el objetivo de poner al alcance del lector medio, con un lenguaje y redacción accesible, asuntos relacionados con el arte, la literatura, la historia, la arqueología, la geografía, hasta la economía o el medio ambiente, pertenecientes a la provincia de Málaga.
El libro recoge la influencia que a través de su historia recibió Málaga, y lo que hoy es la provincia compuesta por 103 pueblos cuyos nombres propios tienen orígenes célticos, africanos y orientales, además de iberos, fenicios, latinos y árabes. Todo ello, dio lugar a una toponimia diversa que, después de los cambios ocurridos durante siglos, permanece ofreciendo evidencias léxicas de la estancia de gentes de dichos pueblos por la provincia.
Baquero se marca un doble objetivo con su libro y contenidos, por un lado, que fuera comprensible por los lectores no iniciados en la ciencia filológica, es decir un carácter divulgativo, esperando que este elemento facilite la propagación del conocimiento, y, por otro lado, aportar a los filólogos una colección de topónimos mayores y menores con sus grafías contemporáneas de cada época reflejadas en los documentos municipales y notariales.